viernes, 8 de agosto de 2008

Mi eterna Obsesión...

Aquí actualizo por hace mucho tiempo!!!
Bueno dejo saludos al que se atreva a leer mi fic yaoi
y que guste de esto tb y el que no simplemente que no lea¬¬
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Parejas: Theriods-sama x Katsuhiro
Titulo : Mi eterna Obsesión...

Mis dedos se deslizan por el contorno de sus labios dibujándolos como si se tratase de un cuadro ¡Qué suavidad!
Son tan perfectos...mis dedos quieren más de aquella perfección...
Me incorporo y lo observo..observo aquel cuerpo puro, aquel cuerpo que yace inconsciente en la suavidad del lecho, totalmente inofensivo.
Sé que sólo un gesto de él me maravilla hasta el punto máximo. Amo y odio su manera de ser, realmente me ha cautivado, quiero verle resistirse a mí, que se resista y que se entregue a mí, sí quiero lograr mi objetivo.
Lo beso en los labios, sé que mi insistente lengua hará despertarlo de aquel envolvente sueño. Sus suaves labios se abren como si me invitará a degustar de su boca, no me hago de rogar.Mi lengua curiosa quiere explorar aquel templo de placer, no, no aquel templo de placer; este es sólo el comienzo , la puerta que abre el místico placer que yace escondido en un humano tan simple como este.
Mi lengua encuentra la suya, quiero que se enlacen, que se unan irremediablemente, que se despojen de cualquier timidez.Pero mis deseos no concluyen, no llegan a su tan esperado fin, encuentro una débil resistencia que va tomando forma y no me deja entrar al tan anhelado templo.
Me retiro de sus labios, abro mis ojos y veo su rostro que me mira desafiante y totalmente serio. Lo contemplo, no puedo evitarlo, me encanta ver esa estúpida rebeldía, mezclada con auténtica debilidad.
_No me toques_ esa cara de furia, no puede ser más hermosa,
Sonrío, no puedo evitar la gracia que me hacen sus palabras ¡ Siempre son tan divertidas!
_¡Hum! Katsuhiro-san_arrastro las palabras me acerco a él como si fuera una serpiente_Siempre dices lo mismo, dime ¿ no estás cansado?
_ ¡ No me cansaré de decirlo!_ lo dice con aquella rebeldía casi infantil.
Vuelvo a sonreír, cierto me encanta esa testarudez.
_ Recuerda que estás en mi castillo_ lo miro directo a los ojos_ todo lo que se encuentra en el es mío..._ Se sorprende, me mira sin dar crédito a mis palabras.
_ Yo no soy tuyo ¡ No te pertenezco!_ se incorpora de la cama, sus ojos brillan de ira, me mira casi con odio.
_ Claro que sí, eres mío_ de nuevo mi modo de serpiente, lento, pero alerta, suave pero sensual.
Sólo me mira enojado, sin perder su postura desafiante como si se tratara de un escudo, pero derribo su escudo como si fuera hecho de naipes. Le acorralo, se queda paralizado, sin poder decir nada, es cuando tomo sus labios por asalto su resistencia me es totalmente placentera.
Hace que mis labios sangren,¡ Que estupidez!, no me interesa_ Oh! Katsuhiro-san puedes morderme todo lo que quieras, pero no podrás evitar este tan anhelado deseo_lamo la sangre que se desliza por mi labio inferior, vuelvo a sonreír_ A veces eres tan estúpido...

Me mira con esa seriedad tan característica suya, está inmóvil.
_ Theriods, tú no harás nada_ lo dice como si lo estuviera declarando.
_¿ Pero qué dices humano?¿ No te das cuenta de tu situación?, aunque invocaras a tu ángel, aunque rogaras para que Aredh te salve, ¡ No lograras nada!_ me acerco a él nuevamente, no me importa si me llega a alejar de su cuerpo.
_ Jamás rogaría a Aredh_ me mira fijamente, casi desafiando mi poca calma.
_ Entonces, porque no te unes a mi, porque no forjamos una sola alianza?_ acorto al mínimo la distancia me inclino un poco para poder susurrar en su oído_ Katsuhiro-san unete a mí..._ es casi como un ruego, un sonido casi envolvente, atrayente; cualquiera que me escuchara caería rendido a mis pies, una fácil seducción, pero tú...¡ Tú te resistes!
Me golpea en el rostro, que ser tan valiente y estúpido es. Aparte de cautivarme, me hace reir y enfurecer.
Tomo su mano que golpeó mi rostro, la aprieto con fuerza, su expresión no cambia.
_ Vuelves a golpearme, es que tan pronto olvidaste cuando te atreviste a hacerlo?_ lo atraigo a mí; de un sólo movimiento_ Tan pronto olvidaste tus heridas?_ su mirada se llena de desprecio_ Por supuesto no debí dejar que cicatrizaran, así lo hubieras entendido_ Pero me hubiera sentido tan culpable si esas heridas hubieran arruinado la perfección y la belleza de tu cuerpo.
Noto un ligerisimo estremecimiento de su parte, mas su rostro se crispa de ira y trata de safarce de mi firme agarre.No logra su objetivo, soy mucho más poderoso. Lo atraigo y lo tumbo en la cama me desago de la vestimenta que cubre su torso, desgarrándola. Su pecho queda al descubierto, me alegro que no haya ningún rastro de las heridas que le cause bajo su provocación, bajo su rebeldía.
Mis manos se deslizan por su rostro, tomándolo con brusquedad. Lo miro fijamente y tomo sus labios nuevamente, no me interesa si se resiste, eso como dije antes lo hace placentero... esa débil resistencia y oposición hacia mi, nadie es tan iluso como él.
Su jugosa saliva entra en mi boca como el más delicioso de los néctar, quiero más, deseo más...

Dejo muy a mi pesar sus labios, para besar su cuello, aún se resiste hace como si mis labios en su cuerpo no fueran nada.
_ Katsuhiro-san... entregate a mi, por favor_ nuevamente mi suplica, una suplica casi desesperada.
Como me gustaría oírle decir que sí, que se entregue a mi como si yo fuera su única salvación, mas no lo oigo.
_ Puedes hacer lo que quieras Theriods, pero jamás me entregaré a ti.

¡ Es suficiente!
Mis manos aprisionan con una fuerza brutal las suyas.
_ ¡Amame, Katsuhiro-san!_ exclamo casi en una orden.
No me responde, pero su mirada es suficiente, sé que es una negación. Por lo cual mi rostro se llena de locura.
Hago como unas amarras aten firmemente sus brazos a los extremos de la cama.Mi locura desenfrenada se refleja en cada uno de mis actos, en mi mirada desorbitada.
_¡Tú haz querido que llegue a esto!
_ ¿ Tanto temes, Theriods?_ su voz se escucha sin ningún tipo de emoción.
Me enfurece, mis manos se mueven destinadas por mi furia enloquecida. Comienzo a abofetearlo.
_¿¡Estás loco!?, responde¿¡Estás loco!?
_ Theriods, entiendelo. Esto te condenará_ de nuevo su voz sin ningún tipo de emoción.
_¡ Por supuesto que no Humano!Esto es lo que desee al conocerte_ besos sus labios, nunca me cansaré de ellos, de la resistencia que derribo como naipes, su lengua golpeando la mía, sus dientes cerrando mi paso; todo esto es lo que deseé_ Katsuhiro-san, si te resistes sería un placer inigualable, puedes hacer lo que quieras pero yo te tomaré.
Cierra los ojos frunciendo el seño, mientras mi lengua se pierde en sus tetillas, saboreándolas y degustando de su sabor. El casi inaudible quejido que escapa de sus labios cuando mi deseo y mi furia son tal que mis dientes muerden y hacen arder la piel bajo mi dominio.
Cuando mis dientes hicieron que un hilo de sangre brotara de su pecho, lo tomo de los cabellos, me mira fijamente aún desafiándome con esa mirada. Lo acerco a mi y lo beso dándole de probar su propia sangre, devorando sus labios con un hambre arrolladora, mezclando la sangre de sus tetillas con la sangre de sus labios y de su jugosa lengua, simplemente estoy alcanzado la locura.
Dejo sus labios mientras mi lengua deja la sangre sobre su cuello deslizándose a su torso. Mis manos se desplazan hasta su pantalón bajándolo de un sólo movimiento, lo despojo de todo cuanto poseía. Se encuentra desnudo y por completo a mi merced.
Tomo su sexo en mis manos, apretándolo cada vez que se deslizan arriba y abajo, haciendo que si cuerpo se estremeciera, que sus labios trataran de enmudecer los gemidos que le provocaba. Su sexo respondió a mis atenciones, a mi insistente lengua provocándolo recorriendo cada centímetro de ese precioso contenedor de un néctar más exquisito que su propia saliva, su propia esencia.

_ Eres un pecador, Theriods...

Sonrío de forma irónica.
_ Lo sé Katsuhiro-san_ me acerco a su oído mientras mis manos se pierden en su entrepierna, sometiendo ese lugar a mi antojo_ Pero eso no es ningún problema_ mi lengua acaricia su oído, provocándolo_ Pues tu también lo eres..._ de nuevo mi modo de serpiente., arrastrando las palabras.
Noto como se tensa y en uno más de sus intentos estúpidos trata de alejarme de su cuerpo, por lo cual tomo su rostro firmemente golpeándolo contra la cama, sus piernas inquietas tratan de golpearme, pero no cuentan con mi fuerza, mi mano libre hace que aparezcan unas amarras que tiran de sus pies hasta atarlo por completo al respaldo. Mi mano que yace en su rostro tapa su boca para que no emita ningún sonido, las amarras tensan sus extremidades, dejándolo a mi completa voluntad; podría matarlo, golpearlo, tomarlo y ya no habría ningún empedimento.

Dejo que mis manos viajen por cada botón de mi vestimenta, desnudándome. Me ubico una vez más entre sus piernas, mis dedos buscan que un gemido, un grito acompañen la osadía que provoco en ese cuerpo puro, débil y hermoso.
Sus labios se cierran en contra de mi propósito, evitando a toda costa mi placer. Pero ya tenerlo así es un placer para mí, un placer que se hace presente en cada lugar de mi cuerpo. Puedo ver y sentir como mi miembro está dispuesto a poseer, a reclamar y a someter a este humano rebelde, a este humano que me cautiva aún reprimiendo lo que mi cuerpo le hace sentir.
Lo tomo de las caderas levantándolas de la suavidad de las sábanas, estoy dispuesto a entrar. Mis dedos se deslizan en su interior preparando el lugar, entran y salen a lo que Katsuhiro sólo responde cerrando sus ojos y moviendo su cuerpo muy a su pesar no puede evitar lo que mis dedos hacen en él.
Mis dedos toman mi miembro, rozo su entrada y siento como aquel humano rebelde se estremece y se retuerce, tratando de liberarse, pero es inevitable ordeno mentalmente que las amarras aumenten la fuerza y veo como sus extremidades se tensan aún más es demasiada la fuerza y su rostro me lo demuestra.
No puedo hacer más que sonreír.
Ya no puedo resistirlo más, mi miembro y todo mi ser quiere entrar en aquel preciado lugar, aquel lugar que al poseerlo lo reclama como mío, sólo mio...
Lo miro con deseo mientras mi miembro entra lentamente en aquel lugar, su rostro crispandose de dolor, me hace desear aun más de todo esto y en sólo movimiento mi miembro entra por completo en su interior. Por fin pude deleitarme con un grito de dolor , que sonido tan hermoso...¡ Quiero más!, quiero oírle gritar más , más y más.

Comienzo a embestirlo, con cada embestida mi deseo crece, con cada embestida siento que lo hago mio, con cada embestida siento que moriré de placer.
Recorro su cuerpo con mi mano libre, la hago viajar desde su rostro, bajando por su cuello, perdiéndose en sus tetillas aumentando el enorme placer de sentir como cada lugar de su cuerpo es tocado por mis manos, por mis labios, por mi lengua y por mi sexo.

Mi miembro comienza a entrar más y más en ese lugar, otro grito de su parte y una sonrisa por la mía. Estoy ya en la locura, en ese estado tan glorioso y excitante...
Cada embestida que doy a ese cuerpo es insuficiente, cada grito que escapa de sus labios aun cuando trata de reprimirlo es insuficiente, pues con cada embestida siento como mi miembro aumenta de tamaño, aumento el ritmo de mis embestidas en forma desesperada , queriendo calmar el deseo que me carcome a cada segundo.
Lo miro a la cara y veo como intenta reprimir los gritos que inevitablemente escapan de sus labios, como con terquedad muerde sus labios para reprimirlos, la sangre de sus labios bañándolos.
Cuando mis dedos se detienen en su sexo comienzo a frotarlo, a la vez que me apego más a su cuerpo, no tan sólo es mi mano la que se desliza por su miembro; mis caderas también comienzan a frotarlo a apegarlo a mi sudado cuerpo, haciendo que se hinche bajo mi piel. Tomo sus nalgas con mi otra mano aferrándolas, atrayéndolas hacia mí, basta con un movimiento para que su esencia bañe mi mano y mi vientre al tiempo que un gemido ahogado escapa de sus labios.
Sonrió complacido. Es mi turno de poder saciar aunque sea por un instante mi deseo, mi locura por este humano. Mis manos lo acercan a mi, aprisiono sus nalgas haciendo que con cada embestida se acerquen más y más, ya no puedo aguantar ; mis embestidas son ya desesperadas, desesperadas por querer calmar el deseo que me recorre centímetro a centímetro.
Sus manos se cierran con fuerza y sus labios una vez más tratan de ser sellados por sus dientes, no puedo creer como ese cuerpo me recibe y me rechaza al mismo tiempo ¡ Ya no doy más! Me clavo cada vez más profundo en su interior; me estremezco en cada movimiento.
Arremeto con fuerza cuando por fin mi esencia se vierte en su interior , apretando sus nalgas contra mi piel, mientras sin poder evitarlo escapa el ultimo grito de su boca y su cuerpo se retuerce por completo.
Espero unos segundos , me retiro de su interior, tomo mi túnica y me visto , aún Katsuhiro sigue amarrado a la cama, me acerco a su rostro y veo su mirada cansada y perdida en el vacío, lo recorro con mis ojos; su cuerpo ultrajado es una visión más que hermosa. La sangre que baña sus labios, el rastro que deje por su torso proveniente de sus tetillas, la sangre que escurre de sus pies por la fuerza de las amarras al igual que en sus muñecas, pero hay más sangre , la sangre de sus puños cerrados.
Le miro un tanto sorprendido, aún teniéndole así había indicios de su resistencia.
_ Katsuhiro-san_ le llamo, no tengo ninguna señal de respuesta. por lo cual me enfuresco_¡Humano, quedate así!, sólo de esta forma entenderás que estás en mi castillo, que viniste por tu voluntad, ¡ Que eres mio!
Ninguna señal de su parte. Me marcho enojado ¿ Cómo puede ser tan rebelde?. A pesar de que lo hice mío, de que ahora es mío...él sigue con esa actitud desafiante, con esa actitud que me hace amarlo y al mismo tiempo quisiera matarlo...




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*ju~chan*

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